Castella, al natural, pincha.

En una corrida desigual de Núñez del Cuvillo en la que destacaron primero y cuarto, Sebastián Castella se quedó sin premio por el fallo con la espada para matar al cuarto. El francés planteó un inicio de faena en el que mezcló la quietud y la imaginación para seguir con fuerza con el toreo fundamental. La faena tuvo calidad y emoción y sólo queda la duda del número de orejas que habría cortado de haber enterrado el estoque a la primera. Diego Silveti confirmó con muchas ganas y se percibieron detalles de interés. Daniel Luque estuvo muy a gusto en la cara del quinto pero su faena no llegó a los tendidos.



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