Excelentes "nuñez" de Ibáñez

Fue una novillada de alta nota. Seria en su presencia y en su juego, con matices en su bravura y en su clase, lo que contribuyó a enriquecer el espectáculo. Ganó la novillada pero los novilleros no demeritaron. Cerro se quedó a un paso de pasear un trofeo con dos actuaciones de novillero puesto y de brillante proyección. Antonio Puerta dejó una interesante tarjeta de visita en su debut mientras Mario Alcalde, que reaparecía tras una delicada intervención de rodilla, cumplió con dignidad. Eso sí, los tres deben afilar sus armas toricidas. 


La única vuelta al ruedo la dio Rafael Cerro tras pasaportar al tercero, ejemplar con clase y ritmo al que el extremeño hilvanó muy bien sobre ambas manos en una faena reunida y resuelta, con facilidad y momentos de buen gusto, como los ayudados finales. Después de una estocada entera faltaron pañuelos en el tendido para condeder la oreja. Cerró plaza otro animal serio y bueno, que repitió encastado y al que Cerro planteó una labor inteligente en los medios, ligada y sobria, propia de un torero de cabeza despejada y claridad de ideas. Se demoró al matar y se esfumó el premio.


Debutó en Madrid Antonio Puerta con una animal bravo y bueno, con nobleza y movilidad, al que el murciano planteó una faena ligada, de buen corte, corriendo bien la mano, sobre todo en redondo. Podía haber paseado un trofeo pero falló con la espada. También pudo obtener premio del quinto, un novillo con profundidad en la embestida y virtudes para hacer el toreo.Puerta lo entendió, dejó retazos de su personalidad en la labor de buena estructura que alcanzó mayores cotas con la derecha. Sus carencias en la suerte suprema dejaron el resultado en otra ovación.  

Mario Alcalde
 sorteó para abrir plaza un utrero encastado y con pies, que ha exigido mucho al madrileño, quien no acusó ni la lesión ni la inactividad y se mostró siempre dispuesto. Destacó una buerna primera parte sobre la mano derecha, salpicada con momentos de buen gusto y estética, pero después de un trasteo largo -sono´un aviso antes de entrar a matar- falló con los aceros. El cuarto sacó movilidad pero ninguna clase y acometió con genio. Alcalde quiso mucho en un trasteo animoso pero de nuevo anduvo desafortunado con la espada.



Plaza de Las Ventas. Martes, 1 de mayo de 2012. Un cuarto de entrada. 


Novillos de Nazario Ibáñez, bien presentados, de variada pinta y excelente juego salvo el cuarto, con genio; encastados, con movilidad y con clase.


Mario Alcalde (de malva y oro): silencio tras dos avisos en ambos.
Antonio Puerta (de sangre de toro y oro): ovación tras aviso y ovación
Rafael Cerro (de azul celeste y oro).,  vuelta tras petición y aviso y silencio tras dos avisos.


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